Había pensando enterrarla, en algún lugar cercano a una gran roca que alguien, tal vez en un tiempo venidero, considerará una roca interesante. Algún buscador que como yo, recorra caminos y suba montes porque en la cima hay una piedra grande, o un árbol viejo. Yo, en mis incesantes caminares, nunca he encontrado nada. Otro tendrá mejor suerte: encontrará mi libreta.
La envolveré bien para que la humedad no la estropee, y junto con alguna referencia personal, alguna foto para que sepan quién fui, la pondré sobre la tierra, dentro de una cajita de madera, en un agujero que cavaré previamente. Y luego la enterraré.
El buscador adecuado la encontrará, dentro de muchos, muchos años...
-Y con lo poco que llueve aquí, no temas, no se estropeará...tipo los manuscritos de Qumrán mismamente.
-Razón tienes, Xènius mío...
4 comentarios:
No hagas eso, dámela a mí, por favor.
No, Gorgk. Esta vez no.
Puedes estar segura que la guardare como el mas preciado tesoro y la defendere a capa y espada.Gracias por tu recomendacion a mi templo.
La libreta nunca debe ser leída por nadie. Nunca.
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