martes, 25 de junio de 2013

LA HOZ Y EL MARTILLO DE TOR

Yo manejo la hoz; el martillo, simbolizado por la desbrozadora, es cosa de Josep.
Es tiempo de siegas: además del campo de alfalfa, que ya está en la butxaca, -con gran gozo por parte de la peña cabruna y anexos- aquí tenéis el resultado de nuestras acciones segadoras sobre aquella finca que os dije que había que regenerar, después de muchos años de no ser cultivada. Pues hala, a regodearse con la vista, hijos míos, porque aquí está el resultado. De una parte, que hay tres bancales más. Los olivos, en la foto que os puse hace un tiempo, parecían globitos. Una vez segada la hierba, se muestran hermosos y ufanos.
El truco consiste en dejar, durante la primavera, que las plantas medren, de manera que con la floración hay comida para las abejas, que triscan a su antojo por la finca. Una vez agostado, el prado se puede segar sin menoscabo para nuestras aladas compañeras. Eso sí, hay que ir vestido para la labor, porque sino las espiguillas y pinchos varios se ceban en las nuestras carnes y os aseguro que los picores, especialmente en los pies, son de órdago a la grande. Por lo demás, con estas agradabilísimas temperaturas, es un auténtico goce realizar estas labores. Y se puede pensar tanto, tanto, en tantas cosas...

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