Desde luego, en las tierras aragonesas vemos que todo tiende también al gigantismo...ya os enseñé una vez las cebollas que se crían al pie de las peñas del Cinca, pero no se quedan cortos los rábanos. La verdad es que impresionan...no quiero ni pensar cómo serán los redonditos...tamaño bolas de la bolera, a buen seguro. De momento gozamos de la presencia gastronómica de estos rábanos del Sobrarbe, con la mano sabia de Tono de por medio, claro. En ensalada de lechuga y aliñada con aceite sisquellano, suavidad asegurada.
-Lúbricos placeres...
-Xènius....que hasta ahora íbamos bien... ;)
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