DE RIOS Y BARRANCOS

Los cursos contínuos de agua son una bendición. Atrás quedan barrancos inestables y fuentes de intermitente período. Eso sí: requieren la contrucción de puentes para pasar de una ribera a la otra. Pero más vale puente trabajoso que barranco resecoso. Los que construyen puentes se llaman pontífices, y aseguran una buena comunicación a lado y lado. Eso significa que hay movimiento y es buena cosa. El barranco es traidor y puede llevarse por delante todo lo que encuentra a su paso cuando baja por él el agua desmadrada que proviene de una lluvia torrencial. El barranco se lleva el puente y mata a la gente.
Los que diseñaron el puente de Esterri colocaron justo a la mitad esta ventanita que enmarca la Noguera Pallaresa ; le hicieron un muro altito para proteger a los que pasan por él del viento del norte, el vent de port. Todo un detalle.