martes, 29 de mayo de 2012

ZAFARRANCHO DE LIMPIEZA PRIMAVERAL

Ha sido horrible.
Lo que llega a cansar limpiar una casa es...indecible. Desde aquí el reconomiento más sincero a todas las señoras y señores de la limpieza que cada día dedican sus esfuerzos a mantener aseadas las casas y las instalaciones de este bendito mundo.
Se sacaron ya las estufas, y por lo tanto, toca limpiar ABSOLUTAMENTE TODO...
Una pátina de ceniza mezclada con tierra cubre todas las cosas. Aunque lo limpies una vez a la semana, se acumula la ceniza de todo el invierno en los más recónditos rincones...
Todo patas arriba. Todo sacudido, desinfectado, limpiado.
Una nota importante: el mejor limpiador es el agua. Un trapo húmedo y hala, a pasarlo por doquier...
No os digo lo que está saliendo de la alfombra de la casa de madera...no había tanta tierra en Abu Simbel cuando lo excavaron...
Socorro, hoy estamos derrotados.
Que quede constancia que la limpieza en estas viviendas autosuf es harto difícil. La tierra se filtra por cualquier rendija, arrastrada en los zapatos, traída por el ventet dels collons...
Buenas noches...

4 comentarios:

Laura dijo...

¡Ya te digo, Robin, me sumo a tu "dar fe"! Son otros los parámetros o estándares de qué es limpieza en las genuinas casas de campo,a mi parecer; nada tiene que ver con el mantenimiento de la mayoría de pisos, chalets... Yo ya lo voy asumiendo, que como no puedo ni quiero estar todo el día limpiando, ese polvo de ceniza y de tierra del que hablas es compañero la mayor parte del tiempo(¡y más aún compartiendo el techo gatos!), pues regresa al momento. Ha de estar ahí, la casa y el exterior tienen una fluida comunicación al estar todo el día dentro-fuera, viniendo del monte o del huerto!
Es interesante que otrora, no hace tanto en realidad, se hacían dos grandes limpiezas de la casa en otoño y en primavera, elaborándose a partir de ceniza y una planta cuyo nombre desconozco, la LISIBA. En este blog está bien explicado el proceso: http://www.proyectovivirenelcampo.com/2009/05/la-lisiba-lejia-artesanal/
Yo lo vi en un documental de Eugenio Monesma y tengo que decir me cautivó esa labor y aluciné con lo que podían llegar a trabajar nuestras antepasadas. ¡Acto seguido me puse a limpiar la casa con alegría (era medianoche), del subidón de energía que se me contagió!

Robin dijo...

Es por ello que la mayoría de urbanitas rechazan de pleno vivir en el campo. Les daría un yuyu fulminante si pasaran dos días en estas circunstancias. Pasas el trapo y AL MOMENTO se ve caer de nuevo el polvillo...
Es igual, oye...te digo que se vive igual de bien así que con tanto relumbrón y tanto cristal de Swarowsky.

albertopo dijo...

Yo suelo decir que tengo botas de goma altas, y que asi puedo entrar en casa aunque no este limpia. Y que cuando este muy sucia , cambiamos de casa en vez de limpiarla. Oye tu, que somos de al lado de Bilbao¡¡¡¡¡

Robin dijo...

¡¡¡Ja ja ja...!!! Oye, que nosotros del mismo Bilbao no somos tampoco, pero estamos cerquilla, así como al noreste...
Y oye, ¿qué me decís de la inmunidad que se coge? Así tendrían que vivir muchos niños y se evitarían muchos problemas de reacciones alérgicas tan problemáticas hoy en día.