Cuando el pastor se ausenta, aunque sea brevemente, el rebaño se desmanda. Ya véis, porque Josep ha ido a beber un vaso de agua dentro de casa...pues hala, a subirse por el horno, a comerse las ramas bajas de los olivos, a tirar el cubo de reciclaje, a refregarse por el costado de la casa de madera intentando arrancar los cables, a comerse los papeles de diario y el cartón de encender el fuego del horno...
A Peque no le véis porque estaba el capó del coche abierto y se ha metido dentro. Luego pongo la foto. Lo hemos tenido que sacar rápidamente porque estaba intentando comprobar si el cableado de la luneta térmica estaba bien.
Nunca dejéis un rebaño sin pastor. ¡Es el acabóse!
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