Sí, claro, sacar a Cleo de su jaula para que trisque por el porche es muy sencillo: pero convencerla al cabo de un buen rato de jugar para que vuelva a meterse...ya no es tan fácil. Y hay que ir con cien ojos: los gatitos han regresado, todos...menos uno. Así que seguramente se lo habrá comido el zorro. ¡Cleo, a la jaula...!
Suerte que Josep es portero de fútbol, y con su agilidad y esas manazas tan grandes no tarda mucho en cogerla. El que sabe, sabe...
Hay que decir que nuestros perros no colaboran para nada en la labor. Al revés, se ponen celosos porque por unos momentos no son el centro del universo...
3 comentarios:
Ya volverá... no seas aguafiestas... :)
Va a ser que no.
Si has seguido el desarrollo de los hechos verás que desde que desaparecieron los gatitos hasta su regreso han pasado ya muchos días.
Negar lo evidente no impide que la realidad sea la que es... :(
Han venido del bosque de detrás de la casa. Se esconden, y sus madres se ve que cuando nosotros no estamos se van a amamantarlos, por eso no vienen, no tienen hambre. Hasta que por lo visto el zorro debe haber capturado a uno y han vuelto asustados.
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