Tengo una receta para fortificar el organismo y que actúa también como diurético: es el vino de cebolla.
Se prepara machacando 3 o 4 cebollas en un litro de vino blanco. Se añade finalmente 100 gramos de miel. Se coloca este preparado en una botella y se deja reposar 15 días, pasados los cuales se filtra y se guarda en una botella definitiva. Se toman 3 o 4 cucharadas soperas al día.
Mi tío Orencio era un aficionado a las cebollas; él las tomaba en zumo cada día, y siendo ya mayor, tenía una condición física envidiable. Hay que decir que era entrenador de fútbol también, por lo que mantenía un contacto activo con el deporte. ¡Un poquito de todo hace un mucho!
No hay comentarios:
Publicar un comentario