Y Josep no pierde comba. Le encantan las uvas, y más si son cogidas de las viñas al momento...disfruta comiendo los granitos, succionándolos de una manera que, la verdad, pone cosas de punta, y no precisamente los pelos. En fin, erotismos rurales aparte, están ya las uvas en vías de maduración. Le faltan unos días para mi gusto, me agradan dulces y blanditas. A él, algo más verderonas y prietas. Será por costumbre...
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