Pues hala, aquí tenéis el huerto de Tono, al pie de las cumbres pirenaicas. Una mirada atenta nos descubre una riqueza fantástica, un frescor, una vitalidad...estiércol de vaca, agua viva de esas benditas tierras, y el trabajo de esta gente montañesa. Al borde del
yuyu estoy.
2 comentarios:
No tienes arrestos de subirte conmigo en la moto. Subir y bajar el mismo día, si no puedes más por dejar a Josep solo.
Ay cariño...es una paliza...y en moto...
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