Efectivamente amigos, el hecho incontrovertible de haber nacido en Urbanilandia, amén de mi ligera disfunción cardíaca, hacen que mientras señoras de 70 años estén como rosas bailando a las 12 de la noche, menda lerenda tenga que retirarse hecha completamente polvo. La verdad es que estoy inserso total, todo sea dicho. Pienso yo que esto tiene que ver con que al nacer en un ambiente limitado, contaminado y en el que prima el estudio sobre el ejercicio físico, los urbanitas carecemos del vigor que ostentan de manera tan evidente los lugareños. La verdad, no había visto gente tan ufanosa. Y la gente mayor tiene una vitalidad...yo, muchachitos, aunque hija del barrio de Sants, ínclito lugar donde la Fiesta Mayor era emblemática, no puedo, no puedo... -Vaya muermo de tía...
-Eso no me lo dices en la cama...;)
En la foto, el carrer del Priorat, dispuesto a una partidita de vicio.
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