Esta temporada 2018 hemos enmendado los errores, empezando por replantear el objetivo: conseguir un vino joven rosado de bajo contenido alcohólico dulce y muy afrutado, a mi gusto.
El proceso ha sido el siguiente:
- prensado de la uva con el método tradicional de pisado
- separación de raspones y hollejos del zumo a través de tamiz
- fermentación del mosto con levaduras autóctonas del viñedo y bazucado (removido) ocasional
- filtración del fermentado por gravedad
- estabilizacion del vino obtenido por frío
Pisado |
Fermentación |
Filtración |
Y así hemos hecho un vino joven rosado con aromas sutiles, sabor afrutado, un punto frizzante, un color que enamora... Esta vez sí.
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