La
Mantis religiosa nos observa. Se va moviendo lentamente. Verde fosforescente, destaca sobre el negro petroleico del plástico de la bandeja para semillas. En Sudamérica, a las mantis las llaman santateresas. Ay, Santa Teresa de Jesús...esperamos que las mantis hayan heredado sólo el nombre y no los desarreglos psíquicos de la santa. Porque, de manera muy inquietante, si una lee las vidas de los santos se encuentra con que casi todos padecían alguna forma de enfermedad mental desde la infancia. Basten algunos ejemplos: nuestra avilesa, Santa Catalina de Siena, Santo Padre Pío de Pietrelcina...no sé ya si internarme en las vidas y milagros de otras criaturas celestiales puestas, para su gran pesar, en este mundo en forma de carne mortal. Pero de eso vivieron las criaturas. ¿Dónde estarán los santos de hoy en día? Me temo que en las colas de los comedores sociales, tomando antidepresivos y deshauciados. Estos sí que tendrán motivo para estar mal de la cabeza, me temo. Y para ser santos.
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