Al amanecer, nada más salir el sol, una sale de la casita de madera para ver qué tal están las cositas: los animales, en el corral, saludan. El huerto, fresco a esas horas, vital y verde. Y ¡sorpresa!, la familia gatuna en la baranda, como gárgolas vivas que dan cuenta a los viajeros de que se acercan al Jardín de la Oca.
Los gatos blancos son especiales. Calmados, pacíficos, brillan a la luz de la luna llena, y yo diría que incluso son un trocito de ella que va triscando por esta Tierra Gaia. Gatos blancos, los Gemelos Sagrados.
-Se te va la olla.
-Gracias, Xènius. Recordad que están en venta. $$$$$.
8 comentarios:
Si no fuese k ya tengo una família gatuna ......no podria resistirme.......són encantadores!!!
Estos Niños de Luna han salido agrestes. No están en casa más que para pedir comida. El resto del día van por ahí haciendo búsquedas mágicas.
Total, que son unos feréstegos de campeonato...
Una foto preciosa, espectacular. Sobre todo los gatos selenitas posando como en un espejo. Qué bonito.
Por experiencia sé que es complicado sacar buenas fotos de nuestros amigos los felinos. A la mínima, zas ya se han movido, y no te digo si hay cuatro (nosotros tenemos ocho).
Y tu relato, encantador. Como los aires del sur.
La fotografía de animales es...bufff...como dices, se mueven siempre en el último momento...eso hace que prácticamente el naturalista tenga que llevar la cámara de fotos preparada constantemente.
Leer con acento de Savannah.
Preciosa ciudad. Si vas un alegre y primaveral día de San Patricio, verás como brotan aguas verdes de todas sus fuentes, los tréboles son por un día los reyes del parque, la música celta anima a los paseantes, como Forrest Gump podrás buscar un banquito donde sentarte y mirar las nubes o ir hasta el muelle y despedirte de los barcos como la Waving Girl... hasta que caiga la medianoche en el jardín del bien y del mal. Savannah, Savannah...
Está la noche preciosa. Y yo, sentada en el porche, esperando si viene el pirómano otra vez.
Hermosa luna media. Suficiente luz para...¿la venganza? No...o sí. Lo deciré más tarde, en el Jardín del bien y del mal.
Ya te estoy imaginando, en la hora bruja, caminando por el Cementerio Bonaventure...
Si no he ardido en llamas cual bruja en hoguera de Torquemada, que no está el horno para bollos...
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