La excursión nos ha llevado a un lugar misterioso...el yuyu flota en el ambiente...el yuyu y un calor del demonio. Bueno, del demonio no, que estamos en la Cartuja de Scala Dei, la escalera de Jacob hacia Dios...nada más indicado.
La visita es fructífera: vemos una antigua celda, y me resulta de lo más cómoda. Para mí, vivir así sería todo un lujo, teniendo en cuenta mi habitáculo sisquellil. O sea, que a eremita no me gana nadie. No necesito ni esos inquietantes cilicios que cuelgan frente al camastro de la celda...con nudillos y todo para que escuezca...
La visita es fructífera: vemos una antigua celda, y me resulta de lo más cómoda. Para mí, vivir así sería todo un lujo, teniendo en cuenta mi habitáculo sisquellil. O sea, que a eremita no me gana nadie. No necesito ni esos inquietantes cilicios que cuelgan frente al camastro de la celda...con nudillos y todo para que escuezca...
Era lugar de monjes cartujos, donde la norma del silencio era imperante. Eso sí que no sé yo si lo llevaría bien...la intenné, ¿qué hay cobertura aquí...?
2 comentarios:
En la Tinença de Benifassà, tenemos el único monasterio de monjas cartujas en España, una de las órdenes más severas que existen. Claro que, desde una perspectiva crítica, la severidad va a menos en proporción a lo que nos toca vivir fuera de esas paredes en este mundo que ya no sabe ni dónde está ni adónde va.
Non vos me elegistis, sed ego elegi vos.
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