Nos informan los arcanos que antes, cuando las cosas se tenían que encontrar en el entorno y no había globalización ni nadie preguntaba eso de ¿con d-iva-r o sin d-iva-r?, estas pelusillas de cardo se usaban como yesca para encender el fuego. Ni pastillas incendiarias para la pijo-barbacoa ni líquidos parafinoides. Un puñadito de estas pelusillas y andando. Hay que ver cómo cambian los tiempos. Yo esto no lo sabía: me voy a recoger una bolsita de esta yesca, porque cuando venga el invierno irá bien. Aunque también hay otras plantas que, secas como quedan del verano, se usan en esta zona para tal menester.
Por cierto...sin d-iva-r...of course.
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