De todos los acuariófilos es conocido que si se desea un agua en condiciones adecuadas, una opción es colocar dentro de la bomba un cartucho de carbón activo.
En nuestra vida autosuf, tal vez necesitemos en alguna ocasión filtrar agua. Pues nada más sencillo: se cogen trocitos de carbón vegetal, que tendremos a buen seguro si usamos estufa de leña o fuego de hogar para calentarnos, y se pulveriza finísimamente. Se mete en un recipiente, y se añade el agua que deseamos filtrar, agitando muy fuertemente, para que el carbón vaya flotando en el agüilla que queremos purificar: el carbón quedará en suspensión. Pasado un ratito, se pasa este agua por un filtro de papel, de esos de cafetera, que retendrá el carbón y nos dará un agua bien limpia.
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