Aquí el maestro con la mano-manita mecánica en acción. La verdad es que resulta de una ayuda considerable, aunque los brazos se resienten de estar sosteniendo mucho rato el ingenio. El ruidillo también es un tema a tener en consideración, porque después de cuatro horas seguidas oyendo el
chccchchchccchchch de los dedillos plásticos, la verdad es que pareciera que da un ligero dolor de cabeza. Pero no nos quejaremos: es un buen invento.
5 comentarios:
Hola:
Veo que los tiempos también evolucionan el tus tierras...
vigilaa!!!!se empieza por un simple peine y se acaba espolvoreando arboles con todo tipo de liquidos extrañossss....jejeje
Salu2
ESPOLVOREAR, SIEMPRE.
SIEMPRE EL POLVO.
Ojo con la polvareda,que pensandolo bien podria ser una buena manera de sacudir los olivos.
Sou do tempo em que os homens, logo ao nascer do dia, varejavam as oliveiras, caindo as azeitonas para cima de toldes e apanhadas para as cestas pelas mulheres. Os processos mecânicos eram utopia.
Saudações,
J
Estais todos como una cabra sisquellana...yo opto por el método del cartucho de dinamita: además, como Oberón tiene, pues oye, cartucho y dinamitazo en el tronco y olivas abajo.
Lo del polvo macareno agarrados al tronco no es una mala idea...;O
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