Estoy haciendo una especie de sondeo informativo. Y me parece que la gente está de la Navidad hasta el mismísimo gorro.
Que si uno no se encuentra bien porque las fiestas lo agobian y se ha tenido que meter en cama; que si a la otra el tener que recibir a la familia le pone de los nervios porque luego nadie colabora a limpiar lo que se ha usado; un poco más allá, gente con parientes enfermos que tienen que ir y venir del hospital contínuamente.
Un poco más hacia allá, otro colaborador al cual le saca de quicio tener que comprar regalitos por obligación: ¿y qué le regalo yo al muermo ese...?- me dice. No puedo por más que echarme a reir con ganas. Tú verás, guapito de cara...¿qué tal una gallina empordanesa?
Se enfadan los tenderos porque no les dejan abrir en domingo. Se enfadan las amas/amos de casa porque no saben qué hacer para comer, para cenar...otros se enfadan, supongo, porque no tienen ni qué comer ni qué cenar.
Qué cosas, por Dios...
-Nunca mejor dicho.
-Hombre, ¿no serás...?
-Dios mismo. Ese que va tan de culín últimamente.
-Y que no gestiona nada bien su espacio/tiempo, me temo...
-No gestiono nada. Me las piro, guapita. Esto está ingobernable.
-Peor era en la época de Childerico. Creo que a alguien le cortaron la cabeza por aquel entonces...Teodorico, Dagoberto...no, a éste le clavaron un puñal...Sigisberto...Guillem de Gellone...ay hijo, no sé, no puedo ayudarte. Tú verás lo que has creado...
-Me cago en...
-Shhhhhh...calma...
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