Mientras Troya y Kira buscan el calor solar directo, otras prefieren la calidez de los interiores: Aina la gata madre- Bastet y sus hijos, nietos, marido y demás familia gatuna se dedican a las muestras de amor- filial en este caso, aunque con los gatos no se puede afirmar nunca...
Y cuidadito con estorbar: que Aina pega mandobles a diestro y siniestro...¡hasta a Josep! Cuando intenta moverla para hacerse sitio él...¡zap! Manita levantada.
En cambio...a mí...jamás...soy su mamita humana...todo son arrullos cuando me acerco...
Diosonas que somos...
2 comentarios:
Eso me pasa con un par de mis gatas, no les gusta nada que les muevan del sitio cuando están durmiendo tan a gusto. Si no vas con cuidao te llevas una zarpita :)
El genio femenino siempre tan sutil...diosonas...
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