Para refrendar mi afirmación de entradas anteriores, aquí tenemos un ejemplo de que, hagamos lo que hagamos, la Naturaleza siempre acabará imperando a sus anchas, que para eso es la que domina el cotarro éste. Aquí, una planta colgante escapada de algún macetón que ha decidido ir a colonizar ambientes. De momento se descuelga de una higuera, hecho que sin duda la protegerá de los hielos invernales y le permitirá sobrevivir a los fríos. Ignoramos si a la higuera esta compañía le parece bien o si por contra le resulta un agobio. Pero aquí queda la imagen para mostrar que todo seguirá su ser y su camino, que para eso la evolución nos ha llevado a donde estamos. A pesar de ser una especie -la
humanoide- algo...algo...especial (por muermo).
-Jopelines, qué causticidad...
-Pelín sarcástica sí... ;)
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