Coles, coliflores y bróquiles - o brócolis- son los reyes y reinas del huerto otoñal tirando a invernoso. Y contamos con unas protagonistas de excepción, unas estrellas invitadas que nunca hubiese pensado yo que resistirían tanto: las judías tiernas. Siguen dando fruto a pesar de que las plantas ya están algo senescentes. Ayer y hoy hemos comido judía con patata, herviditas.
Las lechugas ya nos las hemos comido: hay nueva hornada plantada, pero crecen despacio ya, con tan poca luz diurna. Y las impertérritas espinacas, delicia de los hervíboros gourmets.
Alguna mariposilla ha puesto huevos en las crucíferas; pero hemos tenido paciencia y buen hacer y tan sólo se han comido alguna que otra hoja externa; luego se han retirado, y los cogollos se van enrollando en el caso de las coles, y van mostrando signo de inflorescencia en coliflores y bróquiles. Sin fitosanitario ninguno, ni tan sólo ecológico.
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