Después de haber vivido en carnes propias la ciclogénesis explosiva de hace unos años y que asoló la urbanización en la que vivíamos, con un 80% de los pinos caídos, daños materiales inmensos y yuyu de la muerte (cayeron los 12 pinos de nuestra finca), todo lo que pase ya para mi es ná. Hago notar sin embargo que me puse algo tensa cuando vi que ayer empezaban a caer piedras de granizo del tamaño de huevos de codorniz. Afortunadamente, mis blasfemias -esta vez no en arameo, sino en roman paladino- surtieron efecto, y apenas fueron unos segundos, para luego pasar a la bendición del agua. Eso sí, en plan catarata. Conclusiones de ayer:
-la casa de madera no sufrió ningún desperfecto. No entró ni una sola gota de agua.
-el maset necesita perfeccionar el techo. Hay alguna gotera cuando la precipitación es muy intensa. La de ayer, del orden de 22 litros por metro cuadrado en 10 minutos. Casi ná.
-Huertos sin apenas daños, tan sólo alguna ramilla rota golpeada por los granizos. Solventable con una sulfatada con cobre como prevención del ataque de hongos.
A destacar que la granizada sí fue intensa en Les Garrigues, el Pla de Lleida, el Pla d'Urgell y el Pallars Llussà.
2 comentarios:
Uyyyy que yuyu , Robín . Afortunados de que no ocurrió nada porque según cuentas no es para menos !!!! Qué está pasando ???
Que alguien nos lo cuente porque parece que ser cumplidas palabras proféticas .Cuentas que granizó también , pues solo unos minutos pero esto se nos va de las manos ...pues mañana llega el verano . SALUDOSSSSSS Y que este verano entre suave sin darnos sustos ,
Estas borrascas con tanto aire frío que se desculegan del norte son traidoras, muy traidoras. Lo peor no es el viento ni la intensidad de la lluvia, sino el granizo. No me gusta mucho como está la dinámica atmosférica este año. A ver qué pasará...eso sí: de momento, bendición de agua, que está todo brillante y precioso.
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