Y los pepinos...en fin...cada vez que Josep va a recoger uno, me hace una gracia u otra...todas en el mismo sentido, claro...que si tal que si cual que si...que no...que no me hace falta...lo sabrás tú...pepinillo erecto de mi corasón...
Continuarán produciendo, incansables, hasta los primeros fríos. Y están tan tiernos, buenos, refrescantes, para apaciguar los calores que aún aprietan...
Calores...uffff...
2 comentarios:
Sip,pero no es la Primavera la que la sangre altera¿??¿ pues parece que el otoño nos viene calido este año,pero muy calido...se diria que fogoso¿?
La primavera la sangre altera, pero el otoño renueva el ....
Fogoso no, lo siguiente...Dragones de Fuego¡¡¡¡¡
Y si no son dragones...también valen las salamanquesas que van trepando por la pared...jajajaa¡¡¡¡
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