Del libro En busca del unicornio, de Juan Eslava Galán.
¡La humilde verbena! Tisana para llagas y heridas (...) También purifica la sangre y embellece la piel. (...) Y a los mozos como tú les alegra el vino y les dice si son amados de sus damas o no. ¡Verbena con miel! ¡También yo la caté cuando era joven!
Pone el autor estas palabras en boca de Fray Jordi de Monserrate, experto en plantas medicinales y saberes sobre piedras. Es pues notorio el poder afrodisíaco de una infusión o maceración en vino de unas hojas de verbena, endulzadas con miel.
Aquí queda esto reflejado para el bien de todos...y de todas.
4 comentarios:
supongo que probaras tal brebaje¿? espero conclusiones al experimento
desde un pc de prestado.
uis se me olvidaba ,esta mañana no estare en on hasta mediodia ya que estare trabajando.Petonets
Ostras no sé, quieres decir, más aún?????? Akelarre¡¡¡¡¡
Jajajajajjaj.....akelarreee!!!! Jajajajaja
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