La monumental iglesia de Batea está dedicada a Sant Miquel, vencedor eterno del demonio. Monta el alado arcángel al sorprendido Diablo, el Asmodeo rennesiano de las Terres de l'Ebre, que tiene cola de dragón y todo.
Esta iglesia de estilo barroco-neoclásico está construida sobre una anterior que era de planta octogonal, una de esas indicaciones arcanas que reclaman nuestra atención.
Algunos restos de la primitiva construcción se conservan adosados a la pared este exterior.
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