20 l/m² dejó la tormenta de ayer. Estaba la tierra tan ávida que no han quedado ni charcos.
Para algunas criaturas, el agua llega demasiado tarde. Quedan a miles las conchas de aquellos caracoles que surgieron durante aquella pasada época húmeda que propició su reproducción y que tanto nos sorprendió. Ahora forman una alfombra de perlas inertes sobre la tierra.
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