Primero nos enfadamos, claro.
Y luego pensamos. Y hay una frase que define esta situación de una manera sublime: quien hace lo que puede no está obligado a más.
En efecto, si has basado tu vida en los principios de no hacer mal a nadie, no robar, no mentir, ser moderado en opiniones y acciones, tienes todo el derecho de volcar todo tu amor en ti mismo: sé amable contigo.
No te fustigues, no te desprecies: tú has actuado con justicia. Por lo tanto, si el universo no aprecia tu actitud en este momento, con su pan se lo coma: ha desaprovechado la oportunidad de construir un mundo más hermoso. En estas circunstancias, ocúpate de hacerte más hermoso a ti mismo y a quererte.
De hecho, no estás sol@: cuando entras en meditación, estás accediendo a un espacio-tiempo en el que en ese momento hay más seres meditando igual que tú y deseándote felicidad. ¡Es reconfortante! Concéntrate en saludarles y en enviar también felicidad hacia ellos, sentirás una agradable calidez en el corazón.
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