Ya están aquí los palosantos. Pero pequeñitos y verdes, claro...anda que no queda tiempo hasta que se puedan comer, maduritos y tan blanditos que se cae la pulpa entre los dedos, y se ensucia uno la boca de darles mordiscos...aún están así, pero ya crecerán. Mientras tanto, la luz del sol del atardecer se matiza entre las hojas, tan verdes y coriáceas que resultan tentadoras: ¿se podrían comer? Mejor nos conformamos esperando sus frutos.
3 comentarios:
El fruto del palosanto (que normalmente se llama caqui, aunque en mi casa siempre han sido gayabos), si te lo comes verde es amargada e insípidamente duro.
:)
Me refería a comer las hojas, que parecen tan frescas...así como en ensalada...Por probar...
Ahhhhhhhh ya decía yoooo
:)
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