Hay que reconocer que cuando vinimos aquí hace dos años, Gresca la Temible Yorkshire lo pasó mal. El cambio de residencia no le gustó nada: pasó, así sin más, de acompañarnos a deliciosos y paradisíacos jardines de césped, a este verano agreste y gramineoso del sur. Perdió pelo: uno de los síntomas de stress en animales. Una vez le ha encontrado el gustillo al asunto, la Temible está en su ser. Bien es verdad que deberíamos cepillar más a menudo su pelo: son rastas en lugar de sedosa lanilla. Pero...a ella nunca le gustó el acicalamiento canino. Hay muchas personas que cortan el pelo casi a ras de piel de estas criaturas cuando ven que los nudos se hacen ya consistentes. No es este nuestro caso: que si viene el mosquito leishmanioso encuentre todos los obstáculos posibles.
Y anda que no disfruta la criatura...
2 comentarios:
No se por que pero,juraria que si ahora le volvierais a dar el cambiazo al reves no se adaptaria tan facilmente......por cierto ,se le nota que es terrible ;) jejjeje
Esta tal vez sí, pero las otras y Boli fijo que no...están todos locos, como su dueñaaaa¡¡¡¡¡¡
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