Qué mal cuerpo dejan los libros de Arturo Pérez-Reverte. Y qué bien escribe este hombre. Quirúrgico cuando narra. Las imágenes se forman netas en tu mente...
Revolución es una joya. La Reina del Sur es crudo pero después de leerlo lo comprendes todo con una lucidez que debe ser semejante a la que deja en las neuronas "Doña Blanca". Pero queda mal cuerpo. Porque se constata esa vieja certeza que complementa lo que siempre he pensado: que el azar obedece a un entramado que sustenta la materia y los hechos y que no hay nada que hacer porque no lo comprenderemos jamás.
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