Empiezan ya los trabajos en la finca que nos han cedido. Es un olivar de secano. Lo primero es limpiar los olivos de los llucs que les salen en el pie. Nosotros en La Sisquella no tenemos este trabajo: las cabras se encargan de evitar estas brotaciones no deseadas.
Mientras Josep trabaja en esa finca, yo cuido del rebaño. Y aquí todo se aprovecha: los rebrotes no se queman, ni se tiran: serán comida para las cabras, que además de pastar, de noche gustan de entretenerse un rato...comiendo más.
Así están las niñas, que relucen como el sol.
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