Dicen los entendidos que el muérdago contiene sustancias que pueden ser venenosas. No se conocen muy bien sus principios activos. Se recomienda no usarlo en fitoterapia.Sin embargo, las cabras se lo comen como exquisito manjar. Tanto es así, que cuando encuentran un pino con muérdago en las ramas, se suben a los troncos para llegar a los retoños, y si no pueden subir, se ponen a dos patas y alargan el cuello todo lo que pueden.
Otro tanto pasa con las almendras amargas: hay un almendro con tales frutillos que tiene aún almendras del verano. A veces, con el viento, se caen al suelo. Pues allá que van, a comérselas con fruición. Al que más le gustan es a Peque, que no pone careto alguno cuando las saborea. Yo, por si acaso, procuro apartarlas del pernicioso almendrillo, aunque en verdad veo que las almendras amargas no les causan ningún daño. Ni el sabor les desagrada...qué cracks...
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