Pues nada, que no tenemos espera y decidimos lanzarnos a la aventura (como siempre) sin mapa, sin conocer la zona y a nuestro avío. Siguiendo las indicaciones del grupo de arqueólogos iniciáticos de La Palma d´Ebre, intentaremos encontrar las piedras-tumba que nos dijeron que se hallan en la zona del Coll de la Batalla.
Pero...¿dónde está el Coll de la Batalla? A todas nuestras consultas, se nos ha indicado: por allí, por allí...allí enfrente...
Y con esta suprema orientación, allá que vamos.
Empezamos por atravesar el monte del Éxtasis a media ladera. Nada de subir a la cima, que estamos aún resfriados. Vamos bordeando por un camino de cabras o jabalís, o cazadores, no sé. La cuestión es que al cabo de un buen rato de triscar, llegamos a la base de este promontorio rocoso llenito de cuevas...hay que vencer la suprema tentación de subir hasta allí e intentar entrar en ellas; no es el objetivo de la expedición hoy. Y además, como podéis ver, se necesitan cuerdas o escalera: porque las bocas de entrada están a media altura del promontorio. Nada fácil, claro: o te descuelgas o trepas. Ay Señor...qué pruebas nos envías...
Seguimos pues camino adelante, a ver qué nos depara el viaje. Vamos con la peñita cabruna y la guardia pretoriana perruna. Todos muy contentitos.
Eso sí, mirad esta vista: qué cielo, Dios mío, no me extraña que fuera tierra de eremitas...qué pureza, que azul tan nítido, penetrante, envolvente...el cielo de Arcadia.
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