Llega paquete verde desde Tenerife. Y contiene seres apasionantes: unas plantas exóticas que van a hacer mis delicias. Y además, un excelente ejemplo de reciclaje: una pulsera hecha con anillas de latas de aluminio. Todo, obsequio de Candela. La pulsera os la enseño ahora: es chulísima. Las anillas-eslabones van entrelazadas con dos tiras de lazo negro.
Las magníficas plantas canarias os las enseño mañana, que se están rehidratando después de su periplo transoceánico. Huele a tierra fértil: las raicillas, envueltas en papel protector, traen reminiscencias isleñas.
El primer día que pueda yo volar...me voy para el Teide, fijo.
2 comentarios:
Robín , con las chapitas de algún zumo , cervecita o refresco ....
las pulseras dan su toque .
Para ir a los eventos especiales con pulsera en muñeca luciendo como si fuesen engarzados de rubí y esmeraldasssssss.
Hay cosas sencillas que son preciosas , a mi me lo parece ...ja , ja !!! ya veo que te la has puesto . Bso.
Es que queda muy elegante, oon los lacitos negros y tan bien enlazadas las chapitas. Excelente idea.¡¡¡
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