


Cárcavas, recovecos...nos agachamos, reptamos, nos arrastramos...impresionante lugar. La tierra nos atrae, con su pesadez telúrica, nos abriga, nos reclama: hijos...
Realzada la roca aún más si cabe por el contraste con el cielo límpido turquesa.
Qué tierra, qué cielo...de día, marcado por las constelaciones de piedra. De noche, preñado de las constelaciones de estrellas...una vez más, no puedo dejar de decirlo, brillan como jamás lo he visto en ningún otro lugar.
2 comentarios:
Esto impone !!!! Robín esa zona es preciosa. El color de las rocas , la erosión sobre las mismas que se ven como pulidas ...eso me parece a mi . Fantástico.
Salgo ya al tema del paquete verde.
Saludos mañaneros.
Sí, Candela, la verdad es que es preciosísimo todo esto. Pero muy muy lindo.
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