En nuestra ruta por el Montsant, nos encontramos con una maravilla: sobre una colina, un pueblo, antiguo. Pues a por él.L´Albarca. Realmente parece estar en los brumosos lindes de la twilight zone: acceso empinado, calles de tierra, casas de piedra...paramos a comer aquí. En la zona trasera de la iglesia, en el cementerio antiguo. Bajo los cipreses.
Una vez recuperadas las hidrataciones, exploramos el entorno: unas extrañas formaciones en una pared, como celdillas excavadas en la roca. Y enfrente, como custodiando la entrada, un pilar erecto. Diríase una nueva alegoría de las fuerzas femeninas y masculinas: los recovecos en la roca, el refugio ancestral, y el vertical vigilante del misterio, alertando de que nos acercamos a un lugar diferente. Y el ciprés, indicador para viajeros buscadores: aquí.
Llenamos las garrafas de agua de la fuente, con el ágave azul como amable testigo de nuestra presencia.
4 comentarios:
Que xulo!!! siempre he oido hablar de l'Albarca pero no he estado nunca........tengo atrasos he ;)
Pues te aseguro que es un lugar yuyu guapo donde los haya. Ese sitio merece uno de nuestros paseos después de cenar rumbo a la dimensión desconocida...oye, la próxima vez que vengas...pues...nos vamos a l´Albarca...pero al atardecer...
hecho!cuenta con ello...
Conduzco yo por eso, que si no, con la carreterilla que hay, echaré la primera papillita de multicereales de Cleo.
Por cierto, hay unos caserones de piedra...preciosos. Aunque vimos dos tipos humanoides algo raros: a las tres de la tarde, con todo el solanaje, dos hombres extraños llevaban unos cubos de basura pendiente abajo hacia unos contenedores situados en la carretera a una distancia de aprox. 1 km...eran seres blanquecinos y gordetes...no sé...
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