sábado, 19 de enero de 2013

CÓMO HACER SIDRAL

No sé si alguien se acuerda de unos sobrecillos que se vendían antes, con un polvillo efervescente de gustoso sabor a limón: el sidral. Era bebida refrescante y alivio de estómagos acidulados. A mí me gustaba beberlo después de meter la nariz en el vaso, y dejaba que las burbujillas me salpicaran y me hicieran cosquillas. Siempre acababa estornudando.
Hoy en día el sidral es difícil de encontrar: en las farmacias no lo venden, y en las tiendecitas de las ferias parece que sea polvo de oro por el precio que piden. Así que lo vamos a hacer en casa:
tomamos 50 gramos de azúcar en polvo y los trituramos en un morterillo alquímico con dos gotas de esencia de limón. Se añaden 4 gramos de bicarbonato de sodio, que aportarán la sensation pétillante a la mezcla. Bien homogeneizado todo, pasan a guardarse los polvitos en sobrecillos de uso individual. Cuando se quiere beber, se añade un sobrecillo a una botella de litro de agua muy fresca y se agregan rápidamente 4 gramos de ácido tártrico. Se tapa en el acto.
Y una maldad: si en lugar de agua se usa vino blanco algo aguado, se obtiene un muy buen sucedáneo del champán...esto ya exige una experimentación personal para plasmar gustos y retrogustos.

3 comentarios:

Eulàlia dijo...

Ummm como olvidar el Sidral........esto habra que probarlo ,aun que juraria que en mi casa lo probaron y les gusto....me informare

Robin dijo...

Alquimia...es lo que tiene tener antepasados interesantes...como los tuyos.

Robin dijo...

Si tuviera un molinillo así lo probaría. Me gusta mucho el sidral.