Tastavinsaurus (según Nobu Tamura) |
Había una vez un mas en el Barranc de l'Escresola, en Pena-roja de Tastavins, donde vivía un hombre con su hija. La chica era un pibonazo, rubia y delgada, muy hermosa.
Un buen día, el padre contrató cuatro peones para trabajar en las tareas de la siega. La moza trasegaba agua y realizaba otros menesteres de campestre intendencia. Uno de los peones empezó a bromear con ella: día tras día le decía a la muchacha que si él quisiera, pronunciando unas pocas palabras, la transformaría en serpiente. Hasta que un día, la rubia le retó:
-¡Pruébalo!- le dijo al que a estas alturas ya sospechamos que era un brujo.
Y el encantador lanzó el hechizo: en el acto la hermosa moza se convirtió en una reptante serpiente. Y llegó el drama, porque el padre de la criatura, viéndola transformada en sierpe, le pegó un tajo al brujo-peón y le cortó la cabeza.
Dicen que el mas se fue arruinando poco a poco y hoy sólo quedan unos restos que se conocen como Lo Mas Assolat. Y si se busca bien, aún se puede ver en la tierra una zona con una mancha ocre, dicen que marca de la sangre que manó del malhadado peón.
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