Hemos vuelto al Coll de la Batalla, pero esta vez para comprobar si el sendero del Camí Ral reabierto hace dos años se mantiene limpio. Y así es.
El camino transcurre por una bonita ladera boscosa y sombreada, llaneando al principio. A la izquierda se puede ver, bajo unas rocas anaranjadas, el Mas de l'Alegre. Llegamos a un tramo un poco más empinado pero asequible que transita sobre rocas grisáceas. Ya falta poco: finalmente alcanzamos el Coll de la Batalla. El valle que se abre ante nosotros es fantástico.
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