¿Santa Hildegarda, magufa? Sí. Hacía uso de la aromaterapia. Tal es el caso de la azucena: recomienda oler los primeros brotes y el olor de las flores porque "hace feliz el corazón y suscita pensamientos justos".
El ungüento de raíz machacada en manteca de cerdo añeja, tibio, cura la lepra blanca (psoriasis, vitíligo) y la roja (la mortal).
Para sarpullidos, beber leche de cabra y untarse la zona dañada con el jugo obtenido de machacar el tallo y la hojas de la azucena mezclado con harina.
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