domingo, 22 de enero de 2012

COMO SIEMPRE, ME ENAMORO...VALLDEROURES

No tengo remedio. Como siempre, me enamoro. Casi cada día.

Esta vez, la causante de este vivir sin vivir en mí es una tierra: el Matarranya. Saliendo de la Ribera d´Ebre, cruzando la Terra Alta...y entrando en Teruel.

Majestuoso.

El paisaje se iza, se vuelve montano en el horizonte. Pero a la vez, tierras de cultivo llanas. Ha llovido: la tierra verdea, los árboles se ven repletos de futura savia, lista para estallar en los brotes de almendros, melocotoneros, cerezos...ramas rojas, henchidas.

Vallderoures: sencillamente maravilloso. Una maravilla su castillo, templario. Piedras, casas, todo es majestuoso en esta villa. Sólido, preparado desde tiempos inmemoriales para perdurar en el tiempo. El tiempo, el templo, el Temple.

Volveremos sin duda alguna, a pasear por sus calles.

Non nobis...

6 comentarios:

Eulàlia dijo...

no lo conozco...pero habra que ir a verlo......

Robin dijo...

Estas villas medievales son impresionantes. Pura piedra: esas casas estarán hay siglos y siglos.
La Corona de Aragón: fantástica...me pido ser reinona¡¡¡

i dijo...

Ustedes si que saben!!!!!
Único!
Lo que se pierde la peña.....
Entrar, cruzando a pie el puente viejo, en la ciudad, un lujo al alcance de los pocos que lo saben disfrutar!
Vallderoures és una meravella!
Sagrado!

Robin dijo...

Si no fuera porque las cabras necesitaban nuestra presencia esta mañana, yo me hubiera quedado a dormir esta noche ahí...pero vamos, fijísimo. E intento saltar las tapias de tooooooooodas las casonas, y del castillo, y de....¡todo!

Can Cigaleta dijo...

Pues se repite una y otra vez y hacemos mil visitas mas. Tenemosmque ir con vosotros als estrets y al parrisal, a ver Lo parot, la olivera milenaria...

Robin dijo...

¿Sabes Vero? Me dió la sensación que no sentía, de hace muchos años, de ir a un sitio en el que tendrías que estar mínimo un mes, como en vacaciones cuando íbamos al colegio y en verano nos íbamos fuera de Barcelona, y cada día descubrir una cosa, un sitio nuevo...¡anda que no habrán, como nos dijísteis, cuevas en vuestra finca! Y esos acantilados que se ven desde la casa...madre mía...
Y no estamos nada lejos: 80 kilómetros sólo¡¡¡ Y a Josep le encantó la carretera, no había casi circulación.
Sí si si, ¡¡aventuras en el Matarranya!!