Florecen nuestros amigos los avellanos. Recortados contra el cielo blanquecino del domingo pasado -que nevó en el Montsant- los amentos masculinos nos saludan. Se aprecia ya que los primeros brotes foliares apuntan. Tienen ganas de despertar. Bueno, despierto ya está el avellano, que muestra deseos ineludibles de procrear. La perpetuación de la especie, prioridad siempre en el mundillo natural. Qué guarretes somos todos...
4 comentarios:
No generalices, que yo, por ejemplo, no he conocido hembra.
¿Es esto cierto, virginal Pequeño saltamontes?
En ese caso...
Bien...
Serás ofrenda en el altar de las diosas.
No temas: la ceremonia no es "de matar".
:=
En todo caso, la naturaleza muestra una vez más que los machos se muestran pendulantes para que las hembras receptivas los elijan...
Pendula, pendula...pendoncete...
:)
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