miércoles, 15 de febrero de 2012

DIOS PROVEERÁ...

La vida es maravillosa. Ayer, Día de los Enamorados, los hados de la fortuna se encargaron de que tuviéramos una celebración especial. Y es que la conjunción astral propició que tuviéramos estos dos sugerentes manjares: fresas y cava...oh, delicioso...el glamour no falta en esta casa. Aquí hay un hombre como la copa de un pino canadiense. Y así es que...ay, qué tío, por Dios...

Lástima que, como no sabemos si estoy preñada o no, no nos atrevemos a culminar...por si producimos algún desaguisado interno...que ahora no se puede correr...

Pero no importa. Lo que no se demuestra de una manera, se demuestra de otra, tan válida como la primera. Sólo ver su sonrisa, me doy por satisfecha.

Y él, con ver y oir la mía...qué hombre, de verdad. Es un tesoro. Cariño mío.

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