Es el nombre cariñoso que le damos a Morita cuando se encuentra en la fase final de la gestación. Se pone muy gorda, parece un barrilete, y cuando trota, lleva las patas de detrás más abiertas...eso sí, el apetito, que no falte. La verdad es que hemos estado hablando con Peque sobre la posibilidad de que no se tome tan en serio su papel de Gran Fecundador y pare ya de preñar a las hembras, porque durante los dos últimos meses no hemos visto ni un cuartillo de leche. Las ubres se secan para dar todo el alimento al feto.
Peque, por todos los dioses, para ya, Gran Berraco...
-Ni lo soñéis, humanoides...
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