Lástima que, como no sabemos si estoy preñada o no, no nos atrevemos a culminar...por si producimos algún desaguisado interno...que ahora no se puede correr...
Pero no importa. Lo que no se demuestra de una manera, se demuestra de otra, tan válida como la primera. Sólo ver su sonrisa, me doy por satisfecha.
Y él, con ver y oir la mía...qué hombre, de verdad. Es un tesoro. Cariño mío.
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