martes, 21 de febrero de 2012

DIGNIDAD (FALTA DE)

Un pueblo recibe por parte de los dirigentes que deben estar a su servicio el trato que merece por su valentía, por su orgullo y por su dignidad.
Es por esto que los íberos hispanos han sido, son y serán colonizados por alemanes, ingleses y otras etnias: España es un país de chichinabos.
En Valencia, los muchachitos adolescentes de un colegio están montado un señor pollo porque en las aulas no hay calefacción. Tienen que asistir a clase ¡con mantas!
Los niños tienen reaños.
Pero, decidme, ¿dónde está la dignidad de unos padres que permiten, toleran y consienten, así sin más, que sus hijos vayan a la escuela en condiciones ignominiosas? Seres dóciles, amaestrados por el sistema, incapaces de reaccionar y decir: no, hijo, hija: tú a clase a pasar frío no vas porque no es correcto. Y ni tú ni ése, ni aquél, ni nadie. Y si vais, pedid educadamente que enciendan la calefacción, y si no lo hacen porque según ellos no hay dinero público porque las arcas están vacías, se cogen los pupitres, las sillas, las pizarras, y se hacen hogueritas en las aulas, y no se inician las clases hasta que la temperatura ambiente no sea la recomendada por las autoridades pertinentes (unos 20 grados centígrados, a saber).
Y si no, no se va a clase. Nadie. Y se va, por ejemplo, a visitar el Parlament del Regne. Que allí, seguro, seguro, que rondan los 25 gradetes.

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