Los almendros están a puntito a puntito de reventar la flor...este año van más tarde, a causa de los fríos de febrero. Vistos así, recortados contra el cielo turquesa, son preciosos. No me extraña que los artistas japoneses y chinos tomen estos temas en sus obras, sutiles y de una sensibilidad exquisita. Aquí en los occidentes, cuando la gente se cansa de los almendros, los tala y los usa como madera para quemar. No es un reproche: es una realidad; que no cortan sólo los muertos.
En fin. Qué le vamos a hacer. Más se perdió en Cuba.
-Uy Robin, te veo como escéptica...
-Xènius, es el modo winner. Renovarse o morir, y fuera sentimentalismos. Esto me lo dijo mi tío Emilio hace tiempo, y yo, idealista de mí, no le hice ni caso.
-¿Emilio el pocero?
-No, Emilio Botín, listo...
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