Las habas ya están granando. Habrá que estar atentos, porque a nosotros no nos gustan muy hechas. Las preferimos pequeñitas -tipo minihabitas de los pijitos de Urbanilandia, sí, mea culpa-, estofaditas.
Igual esperamos al lunes para cogerlas. También sabe mal, porque más hechas llenan más el estómago...bueno, pero cuesta esperar a recogerlas...pero no, hay que esperar...
Esto de la huerta dicen que relaja...ay que ansiedad...
Estoy contenta porque de momento no hay rastro de pulgones, esos negros que se ponen en los ápices tiernos. Luego vienen las hormigas a ordeñarlos...
Criaturas, qué lios tenemos montados en este planeta, por Dios...qué interacciones...
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