Son muy hermosos los judiones, y auguran una buena cosecha. Son grandes y blancos. Es nuestra esperanza de tener reserva de proteína para el invierno, junto con los garbanzos pedrosillanos. De momento, todo va bien: no hay asomo de plaga en el huerto. La única cosa: hemos tenido que poner una bolsa a modo de espantapájaros al lado de las coles chinas, porque los grisones cabecinegros han resultado muy golosos y les gustan los orientalismos; se estaban zampando las brillantes y lanceoladas hojas de nuestras amiguitas.
UNA BIÓLOGA EN LA REPÚBLICA INDEPENDENT DE LA SISQUELLA
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